Retomar las aulas después de los 50 ¿Sueño o realidad?
En las últimas décadas, las oportunidades de aprendizaje se han expandido a diferentes edades y en distintas modalidades; la oferta educativa dirigida a jóvenes, adultos y adultos mayores con escolaridad inconclusa del Ministerio de Educación es muestra de ello.
Luis y Beatriz, dos esposos que decidieron embarcarse juntos en la búsqueda de la educación que les había sido esquiva durante décadas. Hoy, a punto de graduarse como bachilleres, su testimonio nos inspira sobre la poderosa transformación que pueden lograr las ofertas educativas extraordinarias.
Beatriz Vallejo de 57 años y Luis Morocho de 66, forman un matrimonio que se aventuró en un viaje educativo que comenzó hace tres años en la Unidad Educativa Amable Arauz, ubicada en Conocoto, al nororiente de Quito. Próximos a su graduación, la pareja de estudiantes comprometida con su objetivo, dejan una marca en el sistema educativo que inspira en que nunca es tarde para aprender, perseguir sueños y cumplir metas.
Siempre es posible retomar y transformar nuestro plan de vida a cualquier edad.
Varios espacios de su hogar ahora parecen los rincones de dos adolescentes bajo el mismo techo, cada uno sentado en su mesa de estudio, rodeados de apuntes y libros, se concentran en sus tareas. Beatriz se enfoca en la revisión de sus notas, subrayando conceptos clave y resolviendo problemas. Mientras que Luis estudia minuciosamente los detalles de su material. A medida que avanzan, van compartiendo ideas y apoyándose mutuamente en su búsqueda de conocimiento.
Mientras se preparan para sus exámenes de grado, nos comparten su historia. “Siempre tuve el anhelo de completar el bachillerato; y, aprender más, era un reto para mí”, reflexiona Beatriz. Luis, por su parte, señala que la motivación para este viaje también provino de la familia: “A raíz de la pandemia y el confinamiento, nuestros hijos nos sugirieron esta opción. Ver a ellos y a nuestros nietos entregados a sus estudios nos impulsó a dar este paso”.
La pareja retomó su educación desde el octavo año de básica. Los desafíos no se hicieron esperar, especialmente en el ámbito tecnológico, las clases virtuales eran una novedad para ellos. “Solo sabíamos prender y apagar la computadora”, admitió Beatriz.
Luis es jubilado y Beatriz ama de casa, ambos tuvieron que encontrar la manera de combinar sus labores y actividades cotidianas con los estudios. Las largas noches y tareas de casa los llevaron al límite. “Después de 42 años, volver a coger un cuaderno, libros y una calculadora, fue parte de los desafíos”, expresó Beatriz. Agregando que la extensa cantidad de contenido nuevo, desde ecuaciones lineales hasta fórmulas químicas, parecía un obstáculo que en ocasiones les hizo pensar en “tirar la toalla”.
Sin embargo, a pesar del alto nivel de exigencia, Beatriz y Luis no solo lograron completar sus estudios, sino que también en este año se convirtieron en los mejores puntuados de su colegio. Luis fue nombrado abanderado del pabellón nacional y Beatriz, su escolta. “No me preparé para llegar a eso, simplemente traté de hacerlo bien, éramos de las personas más grandes ahí y necesitábamos dar un buen ejemplo”, compartió Beatriz.
Un Legado Familiar.- La excelencia académica corre en la sangre de esta familia. Sus hijos también fueron parte del cuadro de honor de sus colegios y ahora son profesionales. Ejemplo que esta pareja ha tomado como un nuevo reto. Su objetivo es continuar estudiando, Luis quiere seguir periodismo y Beatriz se inclina por la carrera de nutrición.
“La gente pone muchos pretextos, y los hay, pero es cuestión de esfuerzo y constancia, así nosotros hemos logrado cumplir esta meta”, indica Luis.
Estos son testimonios vivos de que siempre es posible aprender y triunfar.
Las ofertas educativas extraordinarias han demostrado que la educación no tiene edad ni límites, y que siempre hay opciones para aprender y crecer, como lo demostraron en este camino Beatriz y Luis.
Esta modalidad fortalece el cumplimiento del derecho a la educación de jóvenes y adultos en situación de analfabetismo y/o escolaridad inconclusa, aplicando metodologías de aprendizaje basado en las necesidades de inclusión que la población objetivo lo requiere, tanto así que entre el 2021 y el 2023 se matricularon más de 300.000 estudiantes, tanto de régimen Sierra como Costa. Siendo Fernando Pérez Carvajal la persona más adulta graduada en esta modalidad con 72 años en la Unidad Educativa Carlos Larco Hidalgo, en Sangolquí.
MATRICULADOS 2021-2023
300.000 ESTUDIANTES100%
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