Guayaquil, 30 de julio de 2025

En el marco de la conmemoración del Día del Deporte, celebramos la historia de Carolina Espinoza Vera, una docente que ha llevado la educación física en un referente de liderazgo, formación y superación. Desde pequeña, la vida de Carolina estuvo marcada por el sonido de los silbatos, el aroma del césped mojado y vitrinas repletas de trofeos.

Creció entre medallas cuando acompañaba a su padre, profesor de fútbol en Mocache, imaginando que algún día también estaría en una cancha, no como espectadora sino como directora técnica (DT).

Hoy, a sus 37 años, Carolina es docente de Educación Física en la Unidad Educativa Fiscal Sarah Flor Jiménez en el noroeste de Guayaquil. Ha formado y liderado un equipo masculino de fútbol escolar que no solo compite, sino que inspira. Su historia representa el poder del deporte como herramienta de transformación social. “Vi esta carrera como un campo fuerte y transformador. Quise ser docente porque creía y sigo creyendo que el deporte puede cambiar vidas”, asegura.

En 2024 vivió su primera experiencia como DT en una competencia organizada por la Federación Estudiantil del Guayas, en la que participaron 49 colegios. “Era la única mujer DT y, con orgullo, logramos el tercer lugar. Ver a mis estudiantes empoderados, creyendo en sí mismos, fue mi mayor premio”.

Desde entonces, sus equipos han enfrentado a potencias deportivas como los Colegios Vicente Rocafuerte y Torremar, dejando huella en cada cancha. Este año participaron en la Superliga Estudiantil Nacional, junto a más de 120 colegios de diversas provincias, logrando un destacado cuarto lugar. En esa edición, Carolina recibió el reconocimiento a Mejor Directora Técnica, premio que reafirma que su apuesta por el rey de los deportes ha dado frutos.

Su camino no ha sido sencillo. En algunos estadios ha escuchado frases como “Váyase a la cocina”, solo por ser mujer en un rol tradicionalmente masculino. Pero no se detuvo. “He tenido que ser tolerante, aprender a comunicarme con adolescentes, manejar sus emociones y canalizar su energía hacia algo positivo. Ser mujer y tener ese don de madre me ha permitido llegar más al corazón de los chicos. Esa ha sido la verdadera clave”.

La admiración de sus estudiantes lo confirma. Moisés Angulo, defensa central, señala: “Nos motiva y la vemos como una segunda mamá. Nos hace sentir seguros de lo que somos capaces. Estamos orgullosos de tenerla como nuestra DT.”

John Dávila, de tercero de Bachillerato, añade: “Tenemos altas expectativas. Vamos por el primer lugar. Sus tácticas son excelentes y siempre nos impulsa a ser un equipo unido. Es una profesora increíble.”

Actualmente, Carolina se prepara con sus dos selecciones escolares para representar a su institución en un nuevo torneo de la Federación Estudiantil del Guayas y en la Copa Nacional Intercolegial Marathon Sports 2025, organizada por la Federación Ecuatoriana de Fútbol.

“Al verlos motivados en cada competencia, siento que son como mis 30 hijos. Lo mejor que puedo hacer es ayudarlos a tener un camino. Que su tiempo libre lo dediquen a algo que los eleve: el deporte”.  Así lo ha logrado al tener a dos de sus estudiantes en las formativas de clubes profesionales como Emelec y Barcelona.

Para el Ministerio de Educación el compromiso, vocación y liderazgo de Carolina nos recuerda que el deporte educa, transforma y construye futuro.