Proyectos que nacen en las aulas de planteles de la Zona 8 buscan un espacio en el mercado comercial
Guayaquil, 27 de agosto de 2025
En la Unidad Educativa Fiscal Dr. Alfredo Raúl Vera Vera, el Colegio Fiscal de Bellas Artes Juan José Plaza, ubicados en Guayaquil, y la Unidad Educativa Fiscal Cuenca del Guayas, en Samborondón, la creatividad y el emprendimiento se unen para que los estudiantes transformen sus ideas en productos innovadores con potencial comercial.
Cada tarde en uno de los laboratorios de la unidad educativa Alfredo Vera Vera, los estudiantes aplican técnicas como la piroxilación sobre madera y el uso de resina epóxica para crear cuadros, letras moldeadas, llaveros, anillos y aretes. Karen Pita y Malena Morán, estudiantes de tercero de Bachillerato, trabajaron juntas en una interpretación artística del cuadro El Principito. Karen señala: “Este tipo de proyectos no solo estimulan nuestra creatividad, sino que también nos ayudan a tener otra mentalidad y a pensar en cómo emprender con lo que aprendemos”. Malena añade: “Me gustaría especializarme en animación digital y crear piezas que se puedan vender”.
Por su parte, Valeria Valencia, también de tercero de Bachillerato, creó un retrato de Spiderman utilizando la técnica de pirograbado sobre un lienzo de madera. “Esta es la técnica con la que siento mayor habilidad,” comenta Valeria, quien ya ha realizado dos cuadros y sueña con especializarse en diseño industrial. “Quiero seguir haciendo lo que me gusta y poder generar ingresos a partir de ello,” explica. Valeria también destaca que el Bachillerato Técnico: “Nos ayuda a desarrollar al máximo nuestra creatividad y nos impulsa a emprender”.
El profesor Freddy Vidal explica que el objetivo es formar bachilleres técnicos en Diseño Gráfico altamente competitivos, capaces de desarrollar productos creativos y de calidad, aplicando estrategias contemporáneas y satisfaciendo las necesidades del cliente. “Aquí, ellos aprenden diferentes técnicas, desde pirografía, hilografía, serigrafía y la aplicación de la resina epóxica. Queremos que nuestros estudiantes no solo sean potenciales empleados, sino también futuros empleadores”, afirma.
En los salones del Colegio de Bellas Artes, los estudiantes de segundo de Bachillerato trabajan en el diseño de empaques personalizados para vinilos musicales y juguetes, combinando creatividad y funcionalidad. Matías Jaramillo, quien eligió de temática al grupo Coldplay, comenta: “Este proceso nos ha permitido aprender muchas cosas nuevas. Nos asignan tareas específicas y nos desafían a encontrar soluciones por nuestra cuenta. Aunque es un reto, resulta muy instructivo y enriquecedor”.
La docente Jennifer Lino resalta que el proyecto busca que los estudiantes apliquen los principios del diseño gráfico, la comunicación visual y el diseño tridimensional para crear empaques creativos y funcionales. Además, señala que muchos alumnos utilizan lo aprendido como base para iniciar procesos independientes en áreas como packaging, manejo de marca, diseño editorial e ilustración digital.
Otro de los productos que surgió en las aulas de la Unidad Educativa Cuenca del Guayas lleva por nombre “Equilibrio Holístico”, una propuesta innovadora orientada a ofrecer alternativas naturales para combatir el cansancio y el estrés. El proyecto se basa en dos ejes fundamentales: el bienestar emocional y el desarrollo económico, a través de la elaboración de productos como velas aromáticas y jabones artesanales. Más adelante, se ampliaron las líneas de producción incluyendo artículos de cerámica, resina y bisutería.
Según uno de los estudiantes Jostin Bueno esta experiencia les ha permitido aplicar sus aprendizajes en un contexto práctico y creativo. “Es un proyecto innovador e interdisciplinario, ya que integra conocimientos de diversas asignaturas como Matemáticas, Lengua y Literatura, Química y Emprendimiento”.
La docente Noemí Álvarez señala que estos proyectos permiten a los estudiantes aplicar lo aprendido en situaciones reales, fortaleciendo habilidades útiles para su futuro académico y profesional. Desarrollan prototipos, exploran ideas de emprendimiento, aprenden sobre marketing, generación de ingresos y toman decisiones basadas en el análisis crítico. “Como docentes, guiamos el proceso, pero son los estudiantes quienes, a través de la observación, identifican problemas y proponen soluciones. Nuestro objetivo es que aprendan a resolver desafíos reales de forma creativa y autónoma”.
Los productos elaborados por los estudiantes se exhiben en ferias escolares y empiezan a llamar la atención. Los proyectos demuestran que cuando el arte y el emprendimiento se unen en las aulas pueden ofrecer oportunidades reales para los futuros profesionales.




