“Mi escuela, es mi casa”: enseñanza que llega a cada hogar con amor y creatividad
Quito, 18 de septiembre de 2024
Promovemos el desarrollo integral de los niños de 3 y 4 años por medio de la preparación de las familias y la vinculación con la comunidad
Cada mañana, Mayra Malte, docente del Servicio de Atención Familiar para la Primera Infancia (SAFPI), sale de su casa llevando en su maleta diversos materiales con números, letras y colores, para visitar a sus niños y niñas en cada hogar.
Como todos los miércoles, acude hasta la casa ubicada cerca del estadio de Bellavista, donde le esperan con alegría cuatro pequeños de 3 y 4 años. Este es su segundo grupo de estudiantes, de un total de 25, a los que llega con el servicio educativo todos los días, en el sector de Atucucho y barrios como Bellavista, San Carlos y El Triunfo.
En la casa, sobre una alfombra y sentados alrededor de la profe Mayra, no faltan los juegos, sonrisas, canciones y preguntas. Las madres y padres, quienes son claves en el proceso, también participan con entusiasmo de las actividades.
Con esta dinámica, niños y niñas de 3 y 4 años que no acuden a una Institución de Educación Inicial, desarrollan conocimientos y habilidades mediante el programa SAFPI. El proceso se lleva a cabo con el apoyo personalizado de un docente que asiste al domicilio de los niños, donde brinda apoyo técnico a las familias, para que de manera conjunta se logre promover el desarrollo integral en los entornos familiares y comunitarios.
“Ya vienen a mi escuela, mi escuela es mi casa” menciona con emoción Aby, de 4 años. La sala de su casa se convierte por un momento en un salón de clases colorido. Junto a su madre, Diana, reciben con felicidad a los demás niños y sus familias. “Esta es una excelente opción, Aby es feliz; todos los padres somos colaboradores, las clases son didácticas y participativas, todos cantamos, bailamos y aprendemos” indica Diana.
La profe Mayra, es una de las 90 docentes que son parte del programa SAFPI y atienden a más de 2 mil niños y niñas de 3 y 4 años, en diversos sectores de toda la ciudad de Quito. Asegura que acudir hasta las casas, les permite implementar prácticas innovadoras que fortalecen los aprendizajes. “Es fundamental hacer que los niños aprendan con la metodología juego- trabajo, además, los padres reciben asesoría pedagógica para que se conviertan en protagonistas del aprendizaje”, indica Mayra.
Esta cartera de Estado fortalece servicios que garantizan el derecho al acceso y continuidad educativa a través de una modalidad flexible y asistida, donde se promueve el desarrollo integral y se fortalece la corresponsabilidad de la familia.