Investigación sobre acoso escolar en el sistema educativo ecuatoriano es socializada en Guayaquil
Guayaquil, 19 de mayo de 2017
El Ministerio de Educación, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la organización World Vision presentaron los resultados de la primera investigación a nivel nacional sobre acoso escolar para evidenciar la problemática y tomar acciones para prevenirla.
En el Ecuador, uno de cada cinco estudiantes entre 11 y 18 años afirma haber sido víctima de acoso escolar. Este es uno de los resultados presentados por el ministro de Educación, Freddy Peñafiel, el representante adjunto de Unicef, Jorge Vallés, el director de World Vision, José Luis Ochoa, y Pablo Ormaza, director nacional de Educación para la Democracia y Buen Vivir. El evento se desarrolló en Guayaquil, en el Colegio Vicente Rocafuerte.
El estudio, denominado: Violencia entre pares en el sistema educativo: Una mirada en profundidad al acoso escolar en el Ecuador, fue realizado en 2015 en 126 instituciones educativas públicas y privadas, de sectores urbanos y rurales, de todo el país. Se aplicaron 5.511 encuestas auto administradas a estudiantes de 8.° de Educación General Básica a 3.° de Bachillerato.
Jorge Valles resaltó la labor del Ministerio de Educación al poner sobre la palestra pública esta problemática que afecta al sistema educativo fiscal. “Nosotros subrayamos y felicitamos la valentía del Ministerio de Educación (…) de identificar y reconocer el problema para tratarlo”, señaló Vallés.
Por su parte, el ministro de Educación señaló que mientras más se discuta la problemática que es social y cultural, “es mucho más fácil encontrar soluciones para tratarla”.
Uno de los ejes en los que se centraron las exposiciones fue enfatizar en la diferencia entre violencia y acoso. “El estudio delimita la diferencia entre ambos términos”, puntualizó Valles, enfatizando que acoso escolar se diferencia de otras violencias “por su carácter reiterativo e intencionalidad, así como por un desequilibrio de poder o fuerzas”.
Por otro lado, José Luis Ochoa, director de World Vision, mencionó el esfuerzo conjunto de la sociedad en tratar la problemática. “Este es un esfuerzo conjunto, necesitamos que la sociedad civil y los medios de comunicación se sumen”, afirmó.
Algunos de los resultados presentados por Pablo Ormaza fueron:
En términos generales, no se presentan diferencias significativas en relación a la existencia de acoso escolar y violencia entre pares, entre escuelas públicas y privadas, ni entre zonas urbanas y rurales, tampoco hay diferencias destacables por edad.
El sexo y la edad inciden en la expresión y magnitud que puede alcanzar el acoso escolar. A nivel nacional, no se registran diferencias significativas entre hombres y mujeres, no obstante por tipo de violencia o acoso, sí se revelan diferencias. Por ejemplo, los hombres sufren más de insultos y golpes, mientras que las mujeres padecen más de rumores o revelación de secretos y ciberacoso.
El acoso escolar tiene lugar, principalmente, en las aulas. Le sigue, el patio o las canchas de la escuela y en tercer lugar, los exteriores del centro educativo.
Los hombres víctimas han sido acosados casi en su totalidad por otros hombres, marcando una diferencia con la situación de las mujeres víctimas, que en el caso de insultos y sustracción de pertenencias han sido acosadas principalmente por hombres.
A esto se suma que los actos de violencia son presenciados por otros estudiantes, ya sea en calidad de testigos pasivos, defensores de la víctima u observadores. Por ejemplo, en acoso escolar por insultos, 3 de cada 10 casos son presenciados por amigos del agresor y 8 de cada 10 por otros compañeros. En acoso escolar por golpes, 3 de cada 10 casos son presenciados por amigos del agresor y 7 de cada 10 por otros compañeros. En ambos casos, los docentes también fueron observadores de estos actos, el 10% de los profesores en casos de insultos y el 15.7% en los casos de golpes.
Acciones del Ministerio de Educación ante la problemática:
El Ministerio de Educación ha implementado acciones estructurales para combatir esta problemática psicosocial. Una de ellas es la conformación de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) a escala nacional, organismo conformado por psicólogos clínicos, educativos y trabajadores sociales que desarrollan planes, programas y proyectos orientados a la prevención de esta situación de riesgo.
A su vez y tomando en cuenta la importancia de la corresponsabilidad familiar en este tema, se viene implementando el programa Educando en familia, cuyo propósito es fortalecer las capacidades educadoras de las madres, padres de familia y representantes legales, con el objeto de construir lazos de comunicación que permitan fortalecer la toma de decisiones personales y el respeto a las diversidades.
Con el objetivo de fortalecer la política preventiva se ha emitido el documento denominado: “Protocolos de actuación frente a situaciones de violencia, detectadas o cometidas en el sistema educativo”, cuyo objeto es dotar de información a la comunidad educativa, sobre cómo actuar en casos de detectar una situación de violencia entre pares, violencia sexual, familiar, institucional y violencia ejercida hacia docentes en el sistema educativo.
Para más información sobre la investigación presentada, puede consultar la publicación completa en: https://www.unicef.org/ecuador/acoso_escolar_final_baja(1).pdf
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