Guayaquil, 12 de marzo de 2024

El camino a la excelencia está lleno de tramos sinuosos y Douglas Flores Suquillo, desde corta edad, ha tenido que pasar por varios de ellos. No obstante, como todo sacrificio, este joven de 19 años tuvo su gratificación al graduarse como Bachiller en Informática con un sobresaliente promedio de 9.48.

El desempeño académico de Douglas lo llevó o a convertirse en uno de los estudiantes más destacados del tercer año de Bachillerato de la Unidad Educativa Fiscal Francisco de Orellana, en el sur de Guayaquil.

Las adversidades por las que tuvo que pasar Douglas iniciaron a los 5 años, cuando fue diagnosticado con leucemia, por lo que fue sometido a un tratamiento de quimioterapia; sin embargo, la situación se agravó por una presunta negligencia médica, al recibir una sobredosis de medicación que le provocó una severa lesión en la médula espinal que, con el transcurso de los años, degeneró en una escoliosis.

Douglas actualmente tiene parálisis en la parte inferior de su cuerpo, ha sido intervenido para una cistostomía y se moviliza en silla de ruedas.  Además de estudiar, disfruta mucho de los videojuegos, de crear contenido para sus redes sociales y de practicar Boccia, un deporte diseñado para personas con discapacidad que le ha permitido competir en torneos locales y nacionales organizados por la Federación Ecuatoriana de Deportes para Personas con Discapacidad Física, logrando ganar varias distinciones.

Para el joven estudiante, el momento de mayor felicidad en su vida lo vivió el pasado 1 de marzo, cuando asistió a la ceremonia de graduación en compañía de su madre, Carolina Suquillo. Su nombre fue exaltado con aplausos y vítores cuando recibió el diploma. «Fue muy emocionante ver a mi mamá contenta y orgullosa de mí, me sentí muy querido por todos mis compañeros y profesores», recuerda Douglas, quien ya se prepara para seguir la carrera de Diseño Gráfico.

Otra historia de superación tiene como protagonista a Blas Bueno Sumba, quien a sus 64 años logró graduarse como mejor Bachiller de la jornada nocturna de la Unidad Educativa Fiscal Ismael Pérez Pazmiño, en el norte de Guayaquil.

Blas es natural de Gualaceo, en la provincial del Azuay, desde donde partió a los 16 años para radicarse en Guayaquil. Pronto comenzó a trabajar en el oficio de sastre, actividad que desempeña hasta la actualidad. Recuerda que a los 23 años logró terminar el Ciclo Básico en el colegio San Francisco de Quito; sin embargo, ya casado, con hijos y con toda la responsabilidad que eso conlleva, dejó a un lado los estudios hasta que los retomó en 2021 alentado por su cónyuge.

Su disciplina y dedicación conllevaron a que Blas no solo logre el Bachillerato en Ciencias, sino que lo alcance con un reconocimiento como el mejor de su promoción con un promedio de 9.33. «A pesar de los años, siempre tuve en mi mente la idea de terminar la secundaria y ser el mejor alumno, esos eran mis objetivos. Agradezco a la vida y al colegio que me lo permitieron», manifestó el recién graduado.

Douglas y Blas forman parte de los 50.577 estudiantes que finalizaron el período lectivo 2023 – 2024 en los planteles del Distrito de Guayaquil – Zona 8. De ese total, 33.794 estudiantes han obtenido sus títulos en los planteles fiscales de esta jurisdicción.