Docentes de Quito comparten prácticas de promoción lectora
Quito, 26 de noviembre de 2024
Fortalecemos las prácticas educativas para el desarrollo del comportamiento lector en niñas, niños y adolescentes
El amor por los libros nació en docentes como Paula, desde muy temprana edad, cuando su padre le leía cuentos antes de dormir. Con esta motivación, creció aprendiendo a disfrutar de una buena lectura, y actualmente, plasma ese amor por los libros en sus aulas y junto a sus estudiantes.
Paula, es parte de los 38 docentes de planteles de Quito que participaron en el Ciclo de Encuentros de lectura y bibliotecas “Uniendo palabras y mundos”, un espacio impulsado por el Ministerio de Educación para compartir prácticas de promoción lectora con docentes, bibliotecarios, responsables de bibliotecas educativas y/o ambientes de lectura y docentes que imparten la hora pedagógica de animación de la lectura.
En Quito, los encuentros se llevaron a cabo en la Biblioteca Pablo Palacios y la Unidad Educativa Hipatia Cárdenas de Bustamante, utilizando la metodología de laboratorios pedagógicos. Estos espacios innovadores fomentaron la cocreación y el trabajo colaborativo, fortaleciendo el comportamiento lector de la comunidad educativa desde perspectivas diversas y enfoques integradores.
Durante varias jornadas, los docentes adquirieron estrategias y recursos para potenciar el rol de las bibliotecas educativas y ambientes de lectura, de la mano de aliados que forman parte del Directorio de Aliados de la Lectura, entre ellos, artistas, músicos, comunicadores, escritores y gestores culturales.
Sandra Cañizares, docente de la Unidad Educativa Rafael Larrea Andrade, asegura que estas actividades son fundamentales para la labor que realizan, ya que les permite adquirir estrategias para fortalecer la lectura con sus estudiantes. “La lectura es importante para la imaginación, les permite mejorar la ortografía, obtener más conocimientos; y convertirse en futuros escritores”, destaca.
El Ministerio de Educación promueve políticas que fortalecen la lectura como un derecho fundamental, creando espacios de formación e intercambio para fomentar la lectura, la oralidad y la escritura en las comunidades educativas.