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Con melodías y canciones se motiva a los estudiantes en plantel de Quito

Quito, 5 de septiembre de 2023

Trabajamos de forma coordinada con la comunidad educativa y los vecinos del plantel, fortaleciendo el diálogo y espacios de convivencia armónica.

En breves minutos es hora del recreo, mientras tanto en las aulas los niños y niñas de 2. ° de Básica de la Unidad Educativa Fiscal Dr. José María Velasco Ibarra, ubicada en el Distrito 17D05 Norte, escuchan atentamente a la profe Mayra Flores repetir el abecedario.

De repente, el sonido de una canción inunda la clase, los estudiantes saben que ha llegado la hora del receso. Con alegría se levantan, empiezan a bailar y caminan hasta la puerta entonando la canción. Es su nuevo timbre. Ahora una dulce melodía recibe cada mañana a los estudiantes y se escucha durante los cambios de hora.

En el barrio Batán Bajo, donde está ubicado el plantel, viven alrededor de 50 familias que en su mayoría son de la tercera edad, por lo que, atendiendo al pedido de los vecinos, y en coordinación con el Distrito Educativo y la gestión de la autoridad y los padres de familia del plantel, se realizó el cambio del timbre por canciones y melodías, reduciendo la contaminación auditiva en el sector.

Mirian Capito, rectora del plantel, asegura que los niños están felices con el cambio. “Queremos que se sumen todas las instituciones educativas del Distrito para lograr un medio ambiente más saludable”, acotó.

Por su parte, Carlos Hidalgo, presidente del barrio Batán Bajo, recibió con alegría la noticia, destacó que gracias a la colaboración del plantel y el Ministerio de Educación, se realizó este cambio que beneficia a las familias vecinas del plantel.

Mientas que, la profe Mayra Flores evidencia el cambio positivo en sus estudiantes, asegura que los niños están encantados con la música, ingresan y salen motivados del aula, divirtiéndose y bailando.

De este modo, se fortalece la convivencia armónica con la comunidad educativa del plantel y sus vecinos, a la vez que se contribuye a mejorar la calidad de vida de todos sus miembros.

Al culminar el recreo, una nueva melodía suena. Los estudiantes vuelven a las aulas contentos, esperando no solo aprender en clases, sino escuchar en el próximo cambio de hora, una nueva canción para cantar y seguir sonriendo.