La Viceministra de Educación subrogante, Susana Araujo; la Ministra Coordinadora de Patrimonio, María Belén Moncayo; y el Alcalde de Quito, Augusto Barrera, suscribieron el Convenio de Cooperación Interinstitucional para ejecutar de manera coordinada las acciones para la recuperación, puesta en valor y uso social de la manzana del ex colegio Simón Bolívar.

Cabe mencionar que el Ministerio de Educación (MinEduc) transfirió el dominio del predio al Ministerio de Coordinación de Patrimonio, para que dé inicio a la tarea de recuperación de un espacio que lleva el nombre del “Libertador” y guarda el fiel testimonio de épocas de lucha, cuando se formaba la República, afirmó Susana Araujo, Viceministra de Educación (E). El evento se cumplió este 5 de febrero de 2013, a las 10:00, en las instalaciones del antiguo Colegio Simón Bolívar.

En su intervención, Susana Araujo destacó además a María Angélica Idrobo, quien guiada por los ideales libertarios, el 19 de agosto de 1940 inauguró el “Liceo Bolívar”, que años más tarde pasó a ser una dependencia del Ministerio de Educación y luego fue reconocido como platel experimental.

“Han pasado más de siete décadas”, reiteró, “desde que el predio de las calles Benalcázar y Olmedo abrió sus puertas a las mujeres, para fomentar un cambio que potenciaría su capacidad y les permitiría mejorar sus oportunidades participativas en todos los ámbitos de la sociedad”.

Así mencionó que el MinEduc velará por la comunidad educativa del Colegio Simón Bolívar, a fin de que su situación en las instalaciones actuales sea la más conveniente; y a su vez garantizará, que “la construcción que benefició a miles de jóvenes y constituye un legado patrimonial, continúe viva como testigo de la historia”. “Necesitamos una intervención emergente”, afirmó la Viceministra, “el legado del Colegio Simón Bolívar continuará, porque por las venas de estas umbrelas del saber corre sangre bolivariana, sangre de auges libertarios que engrandecen a la Patria”.

Por su parte el Alcalde de Quito, Augusto Barrera destacó el plan arquitectónico, que promoverá la recuperación histórica integral, no solo en infraestructura sino también en contenido y sentido, ya que en su opinión, “fue suficiente pensar que somos un pueblo sin memoria, sin raíces, que no era capaz de saber de dónde viene e incapaz de sentir amor por su identidad, por lo que en esta enorme transformación, la dimensión patrimonial es sustantiva al proceso de revolución, porque allí sembramos hondo en los contenidos de lo que somos”, enfatizó.