El Ministerio de Educación y el Municipio de Quito firmaron hoy un acta de compromiso de Seguridad y Convivencia Educativa para fortalecer la ejecución del proyecto “Mi Escuela se Prepara” y, de esta manera, incentivar la convivencia pacífica en el interior de los establecimientos educativos, así como con los miembros de la comunidad.

El Ministro de Educación, Augusto Espinosa, señaló que se están construyendo instituciones educativas y ciudades seguras para los estudiantes. “Con el acta que suscribimos nos comprometemos a profundizar e intensificar el trabajo que se ha desarrollado en los últimos años”, manifestó durante el acto que reunió a alumnos de varias escuelas de Quito, en el Centro Cultural Itchimbía.

En la ceremonia de firma de convenio también se entregaron 150 kits de seguridad a las autoridades de los establecimientos educativos que participan en el proyecto “Mi Escuela se Prepara”, que hasta el momento ha beneficiado a más de 500.000 estudiantes.

El Alcalde Augusto Barrera señaló que lo más preciado para un padre de familia es la seguridad de sus hijos por lo que se han implementado y capacitado a 1.500 comités de seguridad en las instituciones educativas de la capital.

Para el Ministro de Educación la seguridad implica corresponsabilidad  y no es solo una tarea de los gobiernos locales y nacionales. “Por ello requerimos trabajar conjuntamente estudiantes, docentes, autoridades”.

“Mi Escuela se Prepara” es un plan que se encuentra coordinado con la Subsecretaría de Educación del DMQ del Ministerio de Educación y la Secretaría de Educación del Municipio de Quito que ha beneficiado a 501.361 estudiantes de 1.449 instituciones educativas, con una inversión de USD 379.293.

Además, contempla acciones de sensibilización y participación en gestión de riesgos, autoprotección, movilidad segura, y violencia intrafamiliar, dirigidas a estudiantes, docentes y padres de familia de las instituciones educativas de la capital.

Este es un proyecto que busca generar conductas de autoprotección y respeto para una plena convivencia escolar, garantizado así el derecho a la educación de niñas, niños y adolecentes del Distrito Metropolitano de Quito, aún en situaciones de emergencia.