Quito, 15 de junio de 2022

Su ideal es enseñar a los estudiantes a ser independientes, decididos, conscientes de la realidad y capaces de expresarse sin miedo, pero con cortesía.

Paola Sánchez Gualacata es docente de Inicial y Preparatoria desde hace 12 años, una labor que ejerce con gran amor y dedicación: “Nací para ser docente de los más pequeñitos”, indicó con alegría la maestra de 32 años.

La profe Pau, como le dicen de cariño sus estudiantes, descubrió su amor a la docencia cuando cursaba el Bachillerato: “Yo solía bajar por la Facultad de Ciencias de la Educación cuando iba al colegio, ahí miraba a las estudiantes de parvularia trabajar con los pequeñitos y supe que esa era mi vocación”, afirmó con entusiasmo.

Algunas de sus experiencias más gratificantes han sido las actividades desarrolladas en colaboración de madres y padres de familia, una de ellas fue la organización de una integración familiar en la Institución Educativa Manuel Peñaherrea, ubicada en el Distrito de Educación 17D09-Tumbaco: “Al finalizar el año escolar fuimos a un riachuelo donde jugamos, nadamos, y reafirmamos la unión y el trabajo en equipo, fue una experiencia muy emotiva”, recordó.

Pero a lo largo de su carrera, también ha tenido que afrontar momentos difíciles, como cuando a causa de un deslave ocurrido al norte de Quito, los padres de su esposo fallecieron, esto le significó grandes cambios personales y laborales: “Mis suegros cuidaban de mis hijos de 1 y 8 añitos cuando yo me trasladaba durante más de dos horas a Tumbaco donde laboraba como docente en la Institución Educativa Manuel Peñaherrera”.

Debido a esa situación, la profe Pau tuvo que dejar su Institución Educativa para iniciar una nueva etapa en la Escuela Manuela Espejo, del Distrito de Educación 17D05-Norte, ubicada cerca de su domicilio: “Fue muy duro perder a nuestros seres queridos y a la vez tener que dejar el plantel educativo donde laboré por 5 años, el no poder culminar el año lectivo con mis pequeños me entristeció mucho. Pero en medio del dolor, estuvo la alegría de sentir la solidaridad de los padres de familia y el cariño de los estudiantes que me pedían que no los deje”.

El cambio de plantel educativo de la maestra se realizó como parte de un proceso de bienestar social. Actualmente lleva a cabo la docencia con el mismo amor, compromiso y entregando todos sus conocimientos a cerca de 30 niños de la Escuela Manuela Espejo: “Me siento muy feliz de estar en un plantel educativo acogedor y cerca de mi hogar, donde puedo continuar ejerciendo mi amada profesión con la oportunidad de organizarme con el cuidado de mis hijos.

Esta cartera de Estado trabaja en 5 ejes de acción enfocados a mejorar la calidad educativa de nuestros estudiantes que son la razón de ser del Ministerio de Educación, y a nuestros docentes que son el corazón de la educación.