Píllaro, 19 de agosto de 2021

María Luz Toaza Azogue, docente del cantón Píllaro tiene discapacidad visual del 84%, con más de 19 años al servicio de la niñez y juventud, culminó su tarea profesional de maestra para jubilarse, a pesar de las dificultades que trajo consigo la emergencia sanitaria de la COVID-19 se esforzó al límite para que los últimos meses con sus estudiantes sean óptimos.

Cuando inició la pandemia sus actividades de educadora se tornaron complejas, pues no sabía cómo utilizar los diferentes equipos tecnológicos. Sin embargo, su esposo jubilado, quien también ejerció como maestro años atrás, le ayudó en el manejo de la tecnología para que pudiera tener contacto permanente con sus estudiantes y desarrollar las clases virtuales.

Juntos se levantaban temprano de lunes a viernes para acomodar la computadora en el escritorio, preparar el material necesario con audios y videos, tomar lista a los estudiantes e iniciar la jornada académica con los distintos niveles. 

Sus estudiantes la admiran y la ven como un ejemplo de superación. Hasta el último día de sus labores perseveró y dictó clases a sus alumnos como muestra de vocación y profesionalismo.

Karina Buenaño, estudiante de 10° Año manifestó que ha sido un tiempo de difícil para todos. “Tanto a maestros como a estudiantes nos ha tocado adaptarnos a la realidad actual, como jóvenes valoramos este tipo de esfuerzo de nuestros profesores, pues buscan diferentes métodos y hacen todo lo posible para enseñarnos de la mejor manera”.

 “Me encaminé por la docencia, por el arte de educar, de formar a niños, niñas y jóvenes para la vida con valores éticos y morales. Recordemos que una discapacidad jamás debe ser un muro que nos impida cumplir metas. Me siento un poco triste al saber que ya no voy estar con mis alumnos, estoy segura de haber sembrando en ellos una semilla fértil para que mañana sean hombres y mujeres de bien al servicio de la sociedad”, señaló María Luz.

Con nostalgia agradece a las autoridades del Ministerio de Educación y a sus compañeros y compañeras por el soporte que le dieron y pide a Dios que colme de bendiciones a toda la comunidad educativa, para superar esta emergencia sanitaria y continuar con el proceso formativo de la niñez y juventud del país.