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Maestro enseña a niños con discapacidad en sus casas en la emergencia sanitaria

Portoviejo, 17 de junio de 2020

Trabaja en la Unidad Educativa Mathius Quintanilla del cantón Portoviejo

Brinca de un lado a otro, su felicidad es enorme al ver que su docente de Cultura Estética está a pocos metros de su aula improvisada, una mesa y varias sillas plásticas en el patio de su casa. Al fin llega, se sientan, desinfectan todo con alcohol y la impaciencia se apodera por saber cuál es su regalo antes de empezar a trabajar en sus actividades académicas. Esta vez le tocó una galleta.

Es la felicidad que siente Herly Roldán, estudiante de la unidad educativa Mathius Quintanilla de la ciudadela San Gregorio o más conocida como La Piñonada, del cantón Portoviejo. Este niño de 14 años que cursa el octavo año de básica, tiene discapacidad física e intelectual.

Esta situación de vulnerabilidad ha hecho que el maestro Marco López Bowen, de 40 años, dedique una día a la semana a visitar en sus casas a  5 niños que tienen algún tipo de discapacidad, pues considera que en esta época de emergencia sanitaria deben tener todo el apoyo necesario, tomando en cuenta todas las normas de bioseguridad como el uso de mascarillas y desinfección del área a utilizar.

El maestro explicó que brinda este servicio de forma voluntaria desde hace 15 días y que espera ampliar su cobertura a otros niños y jóvenes con discapacidad, a medida que vaya contactando con sus representantes e identificando sus domicilios. “Considero que una pequeña acción, sumada a otras pequeñas acciones, pueden dar como resultados grandes beneficios en el contexto de la situación que vivimos y aunque sabemos que hay muchas dificultades creo que debemos ver el vaso medio lleno y no el medio vacío”, sostuvo.

Marco también visitó a Miguel Giler de 12 años, popularmente conocido en la escuela como “Miguelito”, quien vive en la ciudadela Los Ceibos o “Ciudad Perdida”, ubicada en la vía a Manta, a él también le tocó recibir una galleta antes de iniciar sus actividades. El docente explica que apenas llega les brinda un detalle, una fruta o una golosina para motivarlos y que tengan el entusiasmo para comenzar a trabajar.

“No soy un docente especializado en niños con discapacidad, pero la experiencia del día a día nos permite conocerlos mejor y aplicar métodos diferenciados que les sirvan en su aprendizaje.”

Gisela Bravo, madre de Herly, comentó que las visitas de Marco han cambiado a su hijo, pues no sólo está el aprendizaje sino ver ese rostro conocido que le causa muchas emociones positivas, “por eso esperamos que no deje de venir hasta que pase la emergencia y puedan volver a las aulas”, dijo.

Rosa Pisco, mamá de Miguelito, mencionó que en su caso la ayuda es grandiosa, porque no tiene los conocimientos para guiar a su hijo de una manera adecuada. “Felicito a Marco y ojalá siga viniendo porque es el único apoyo para que mi hijo siga adelante”.

José Pico, director distrital de Portoviejo, indicó que la actuación del docente es extraordinaria y que demuestra la vocación por la profesión. Añadió que existen muchas otras buenas acciones en beneficio de los niños y jóvenes, como por ejemplo, los maestros que voluntariamente entregan las fichas pedagógicas impresas en las zonas rurales más alejadas, con el objetivo de que la educación no se detenga en estos momentos duros que atraviesa el país y el mundo.