El dulce sonido de la flauta traversa conquistó a Saomy
Quito, 19 de abril de 2023
La constancia y perseverancia, pero sobre todo el amor a la música, inspiran a jóvenes estudiantes a convertirse en profesionales y conquistar grandes metas.
Su padre desde antes de nacer supo que su hija, Saomy Defaz Fuentes, se convertiría en una gran artista. Empezó desde los 6 años en el Conservatorio Nacional de Música (CNM) y ahora, con 17 años, cursa el último año de Bachillerato y se ha especializado en tocar la flauta traversa.
Nadie en su casa es músico, es la única, sin embargo, sus padres desde pequeña le permitieron participar en diversas actividades hasta descubrir que la música era su pasión. Al ingresar al CNM pasó por varios instrumentos como el piano y la guitarra, pero finalmente le conquistó el sonido dulce de la flauta traversa.
Saomy asegura que su formación en el CNM ha sido excelente, empezó con la maestra Mirian Mora, luego pasó por la guía de la profesora de flauta Mishel Araujo, y finalmente por el maestro Luis Yépez, con quien se va a graduar.
Gracias a la música, la joven artista se ha presentado en varios lugares. Recientemente, participó en la ópera ‘Suor Angelica’ que se realizó en el teatro del colegio San Gabriel. Además, es miembro de la Orquesta Sinfónica Juvenil.
Con orgullo, su madre, Mayra Fuentes, indica que el proceso ha sido largo, pero hoy ven los resultados. Una maestra les dijo que este aprendizaje requiere de constancia y perseverancia, pero sobre todo amor a la música; amor que sus padres también han sabido brindar a su hija para apoyarla a lo largo de los años.
“Saomy es una chica responsable, la música le ha ayudado a administrar sus tiempos, ser organizada en sus actividades y ser buena estudiante. Vemos plasmado el esfuerzo de nuestra hija, a quien siempre le decimos que todo lo que haga sea siempre de corazón”, indica su madre.
Ahora que está por terminar el Bachillerato en el CNM, Saomy tiene entre sus planes estudiar Medicina, pero sin dejar de lado lo que tanto le apasiona y le ha abierto muchas puertas. “La música es muy linda, nos ayuda a expresarnos y controlar emociones; es importante el esfuerzo, perseverancia y hacer las cosas de corazón, luchando siempre por nuestros sueños”, enfatiza la joven.
Gracias al apoyo de su familia y las oportunidades que brindan espacios de formación como el Conservatorio Nacional de Música, jóvenes como Saomy consiguen grandes metas, inspirados por seguir una gran pasión.