Ministerio de Educación, World Vision y UNICEF presentan investigación a nivel nacional sobre acoso escolar
Quito, 10 de mayo de 2017
El Ministerio de Educación, World Vision y UNICEF presentaron el 10 de mayo de 2017 en rueda de prensa con medios de comunicación la primera investigación a nivel nacional sobre acoso escolar para evidenciar la problemática y tomar acciones para prevenirlo.
De acuerdo a este estudio, “Violencia entre pares en el sistema educativo: Una mirada en profundidad al acoso escolar en el Ecuador”, 1 de cada 5 estudiantes entre 11 y 18 años afirma haber sido víctimas de acoso escolar.
Miguel Herrera, viceministro de Educación, indicó la importancia de esta investigación como punto de partida, así como el trabajo de una cultura de paz en las escuelas. “Es importante que este estudio ponga de manifiesto qué es lo que los estudiantes opinan y sienten acerca de las situaciones de violencia y acoso”.
La investigación fue realizada en 2015 en 126 instituciones educativas públicas y privadas, tanto de sectores urbanos como rurales, de la Sierra, Costa y Amazonía; para ello se aplicaron 5.511 encuestas auto administradas a estudiantes de 8.° de Educación General Básica a 3.° de Bachillerato.
Jorge Vallés, representante adjunto de UNICEF Ecuador, indicó que esta iniciativa se enfoca en las soluciones “el primer paso para lograr una solución es identificar el problema y la causa dentro del problema”, expresó.
La publicación presenta las principales formas de acoso, y un balance sobre los avances y desafíos presentes. En términos generales, no se presentan diferencias significativas en relación a la existencia de acoso escolar y violencia entre pares, entre escuelas públicas y privadas, ni entre zonas urbanas y rurales, tampoco hay diferencias destacables por edad.
El sexo y la edad inciden en la expresión y magnitud que puede alcanzar el acoso escolar. A nivel nacional, no se registran diferencias significativas entre hombres y mujeres; no obstante, por tipo de violencia o acoso, sí se revelan diferencias. Por ejemplo, los hombres sufren más de insultos y golpes, mientras que las mujeres padecen más de rumores o revelación de secretos y ciberacoso.
El acoso escolar tiene lugar, principalmente, en las aulas. Le sigue, el patio o las canchas de la escuela y en tercer lugar, los exteriores del centro educativo.
Los hombres víctimas han sido acosados casi en su totalidad por otros hombres, marcando una diferencia con la situación de las mujeres víctimas, que en el caso de insultos y sustracción de pertenencias han sido acosadas principalmente por hombres. A esto se suma que los actos de violencia son presenciados por otros estudiantes, ya sea en calidad de testigos pasivos, defensores de la víctima u observadores.
“Es necesario continuar con ejercicios similares de levantamiento de información sobre violencia y acoso escolar con el fin de monitorear los efectos (o la falta de los mismos) de la estrategias que se plantean para su erradicación”, destacó Fernando Sánchez de Visión Mundial.
En relación a esta problemática psicosocial, el Ministerio de Educación ha implementado acciones estructurales para combatirla. Una de ellas es la conformación de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) a escala nacional, organismo conformado por psicólogos clínicos, educativos y trabajadores sociales que desarrollan planes, programas y proyectos orientados a la prevención de esta situación de riesgo.
A su vez y tomando en cuenta la importancia de la corresponsabilidad familiar en este tema, se viene implementando el programa Educando en familia, cuyo propósito es fortalecer las capacidades educadoras de las madres, padres de familia y representantes legales, con el objeto de construir lazos de comunicación que permitan fortalecer la toma de decisiones personales y el respeto a las diversidades.
Con el objetivo de fortalecer la política preventiva se ha emitido y ha socializado el documento denominado: “Protocolos de actuación frente a situaciones de violencia, detectadas o cometidas en el sistema educativo”, cuyo objeto es dotar de información a la comunidad educativa, sobre cómo actuar en casos de detectar una situación de violencia entre pares, violencia sexual, familiar, institucional y violencia ejercida hacia docentes en el sistema educativo.
Transformar la educación, misión de todos