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Diana Coronel: cuando enseñar es un acto de vocación, amor y creatividad

Calvas, 03 de julio de 2025

En un rincón del sur del país, donde la tradición convive con la esperanza, la profesora Diana Balbina Coronel González ha convertido el aula en un espacio de creación, reflexión y cambio. Amante de la literatura y comprometida con el desarrollo de los jóvenes, Diana ha hecho de la docencia mucho más que un oficio, una vocación transformadora.

Su camino como docente de Lengua y Literatura nació del cruce entre sus dos grandes pasiones: los libros y el trabajo con adolescentes. Pero reconoce que la universidad no enseña todo lo que implica estar frente a un aula: “La vida diaria de un docente va mucho más allá de los contenidos académicos”, señala.

Docente del Colegio Santiago Fernández García, en Cariamanga, ha apostado por llevar la educación más allá de los libros de texto. Su mayor logro, asegura, ha sido no perder la chispa: esa energía que la impulsa a proponer nuevos proyectos a sus estudiantes y motivarlos a crear, pensar y actuar.

Esta visión la llevó a coordinar el programa del Bachillerato Internacional en su institución, donde lograron un destacado porcentaje de obtención de diplomas (más del 60 %), gracias al trabajo colaborativo entre docentes, familias y estudiantes. La experiencia les dejó una enseñanza clave: innovar es posible en cualquier contexto educativo.

Entre sus iniciativas más notables está el club Litereando, creado en 2022, un espacio donde los jóvenes exploran la literatura, el cine y el teatro. Desde allí han obtenido reconocimientos en el Festival Intercolegial de Cine, ganando premios en distintas categorías, como Mejor campaña educativa en TikTok y Mejor tráiler. Los productos creados por sus estudiantes incluso han sido difundidos por el canal oficial del Ministerio de Educación, como parte del programa Se Educa.

Diana Coronel no solo ha brillado a nivel local. En 2022 y 2023 fue finalista del concurso Excelencia Educativa, organizado por la Fundación FIDAL. Uno de sus proyectos más recordados fue TICs y Literatura, que logró que los estudiantes leyeran obras completas durante la pandemia y desarrollaran productos tangibles a partir de su lectura, aplicando metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos.

Gracias a esta experiencia, obtuvo una beca de maestría y varios reconocimientos. Su aporte a la innovación pedagógica también ha sido recogido en el libro Prácticas innovadoras de docentes iberoamericanos, donde participó como coautora, compartiendo sus estrategias educativas con la comunidad internacional.

Además, ha colaborado en el libro de narrativa Coloquios con el espejo, una obra colectiva que recoge voces diversas del ámbito literario y pedagógico, y es autora del artículo Uso de herramientas TIC para el fomento de la lectura de textos literarios, donde reflexiona sobre la incorporación de la tecnología como aliada en el desarrollo del pensamiento crítico y el amor por la lectura.

Pero más allá de los reconocimientos, lo que más la conmueve son los mensajes de sus estudiantes. Uno de ellos, al graduarse, le dijo: “Licenciada, de todo el colegio, lo que más voy a extrañar es el club Litereando”. Sus ojos evidenciaron emoción, pues para ella, esas frases confirman el verdadero impacto de su labor: dejar huella en la vida de los jóvenes.

A quienes hoy piensan en la docencia como camino profesional, les deja un mensaje claro: “Si tienes vocación, hazlo. La educación es una plataforma para cambiar vidas; estar con jóvenes te rejuvenece, te llena de vida”.  Y para la comunidad educativa, su llamado es contundente: “La juventud requiere que los adultos confiemos en ella, que le abramos espacios para que pueda expresar su creatividad, su ingenio, incluso esa chispa de locura que los mueve”, señala Diana.